domingo, 12 de abril de 2009

Cuéntame

Los años no la recompensaron mas que con una soledad pesada sobre los hombros. Tan solo unas viejas fotos que cuelgan y amarillean en la balconada le hablan de tiempos pasados, impasibles retratos de su historia que la recorren como un escalofrío amarillento y cuarteado. Quién sabe que nostalgias le arrebatan cada mañana entre olor a puchero y jabón, cuando, al sol, sale a hablar con las gaviotas que se posan en su alféizar a descansar y a escucharla.

5 comentarios:

  1. Quizás para ella eso es su recompensa... entender el idioma de las gaviotas, que mas grandeza que esa??
    besos y amor
    je

    ResponderEliminar
  2. Hace tiempo que no entraba por aquí, ando un poco liado, y me ha sorprendido gratamente tu productividad de estos últimos días.
    Y esta última entrada me ha despertado agradables sensaciones, tanto la foto como el texto.
    De donde es esta buena señora?

    Un abrazo y hablamos.
    Skike

    ResponderEliminar
  3. Pues de algún pueblo precioso llamado Llanes, a orillas del cantábrico..
    Me alegro verte de nuevo por aqui....

    Un abrazo

    Pablo

    ResponderEliminar
  4. Me parece una de las mejores fotos que he visto en la vida, amigo...sin dudarlo

    ResponderEliminar
  5. Amiga arandanilla, que alegría verte!!! Muchas gracias por tus elogios, muy importantes para mi y para mi casa verde... que es la tuya...

    Mil besos andaluces, espero que sigas bien

    Pablo

    ResponderEliminar