viernes, 31 de julio de 2009

El canto del grillo

Pinar de los franceses (Cádiz) Verano de 2007


Pasan, serenas, las horas.
No hay guerra en el mundo y duerme bien el labrador, viendo el cielo en el fondo alto de su sueño. Tal vez el amor, entre las enredaderas de una tapia, anda extasiado, los ojos en los ojos. Los habares mandan al pueblo mensajes de fragancia tierna, cual en una libre adolescencia candorosa y desnuda. Y los trigos ondean, verdes de luna, suspirando al viento de las dos, de las tres, de las cuatro... El canto del grillo, de tanto sonar, se ha perdido...

¡Aquí está! ¡Oh canto del grillo por la madrugada cuando, corridos de escalofríos, Platero y yo nos vamos a la cama por las sendas blancas de relente! La luna se cae, rojiza y soñolienta. Ya el canto está borracho de luna, embriagado de estrellas, romántico, misterioso, profuso. Es cuando unas grandes nubes luctuosas, bordeadas de un malva azul y triste, sacan el día de la mar, lentamente...

El canto de los grillos
Patero y yo
Juan Ramón Jiménez

4 comentarios:

  1. ¿Sabes?,... en realidad,... los grillos no cantan,... solo frotan sus élitros.

    Juan Ramón Jiménez,... insuperable.

    Expresiones cric-cric varias.

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  2. Frotar el élitro es sin duda un acto imprescindible en estas noches de verano...

    Saludos jocosos varios

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  3. Pasan, serenas, las horas... las dos, las tres, las cuatro, las cinco... Escucho cantar a los grillos (aunque el Capitán Escarlata diga que los grillos no cantan)... La Luna (sí, con mayúsculas) está más hermosa que nunca... y tú... Tú has vuelto a escribir maravillosamente...

    ¿Qué más se puede pedir?

    Besos.

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  4. Cuanto ansío la calma que derrochas con tus palabras y tu presencia. Camino hacia ella me encuentro.

    Gracias por tu visita, siempre bienvenida, es un gusto sentirte por aquí.

    Besos

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