El pie del niño aún no sabe que es pie,
y quiere ser mariposa o manzana..
Pero luego los vidrios y las piedras,
las calles, las escaleras,y los caminos de la tierra dura
van enseñando al pie que no puede volar,
que no puede ser fruto redondo en una rama.
El pie del niño entonces fue derrotado,
cayó en la batalla, fue prisionero,
condenado a vivir en un zapato...
Poco a poco sin luz fue conociendo el mundo a su manera,
sin conocer el otro pie, encerrado,
explorando la vida como un ciego.
Aquellas suaves uñasde cuarzo, de racimo, se endurecieron,
se mudaron en opaca substancia, en cuerno duro,
y los pequeños pétalos del niño se aplastaron,
se desequilibraron, tomaron formas de reptil sin ojos,
cabezas triangulares de gusano.
Y luego encallecieron, se cubrieron con mínimos volcanes de la muerte,
inaceptables endurecimientos.
Pero este ciego anduvo sin tregua, sin parar hora tras hora,
el pie y el otro pie, ahora de hombre o de mujer,
arriba, abajo, por los campos, las minas, los almacenes y los ministerios,
atrás, afuera, adentro, adelante, este pie trabajó con su zapato,
apenas tuvo tiempo de estar desnudo en el amor o el sueño,
caminó, caminaron hasta que el hombre entero se detuvo.
Y entonces a la tierra bajó y no supo nada,
porque allí todo y todo estaba oscuro,
no supo que había dejado de ser pie,
si lo enterraban para que volara
o para que pudiera ser manzana.
y quiere ser mariposa o manzana..
Pero luego los vidrios y las piedras,
las calles, las escaleras,y los caminos de la tierra dura
van enseñando al pie que no puede volar,
que no puede ser fruto redondo en una rama.
El pie del niño entonces fue derrotado,
cayó en la batalla, fue prisionero,
condenado a vivir en un zapato...
Poco a poco sin luz fue conociendo el mundo a su manera,
sin conocer el otro pie, encerrado,
explorando la vida como un ciego.
Aquellas suaves uñasde cuarzo, de racimo, se endurecieron,
se mudaron en opaca substancia, en cuerno duro,
y los pequeños pétalos del niño se aplastaron,
se desequilibraron, tomaron formas de reptil sin ojos,
cabezas triangulares de gusano.
Y luego encallecieron, se cubrieron con mínimos volcanes de la muerte,
inaceptables endurecimientos.
Pero este ciego anduvo sin tregua, sin parar hora tras hora,
el pie y el otro pie, ahora de hombre o de mujer,
arriba, abajo, por los campos, las minas, los almacenes y los ministerios,
atrás, afuera, adentro, adelante, este pie trabajó con su zapato,
apenas tuvo tiempo de estar desnudo en el amor o el sueño,
caminó, caminaron hasta que el hombre entero se detuvo.
Y entonces a la tierra bajó y no supo nada,
porque allí todo y todo estaba oscuro,
no supo que había dejado de ser pie,
si lo enterraban para que volara
o para que pudiera ser manzana.
Pablo Neruda
Entre la tata y tú me teneis acojonao´.
ResponderEliminarAl final del verano lo paso fatal con las digestiones de vuestros textos.
Y feliz.
Neruda. ¡Que jodio`más bueno!.
Gracias y un abrazo de tu hermanito mayor.
Niño salao,
ResponderEliminareso es un 47?
He de reconocer que últimamente estoy descubriendo a Neruda..y este poema me parece precioso y no lo conocía.
Los pies no pueden ser ni manzana ni mariposa...los pies .en mi caso el mio horrible porque un 42 no es pie de señorita. son nuestras raices...y nos mantienen vien sujetos contra el suelo mientras gira el mundo....pero con los años aprendes que tienes las manos y estás si que pueden tocar el cielo...e imitar una mariposa y coger una manzana...porque esperar a la muerte?!
A mi gata le vuelven loca las sombras así que a los 7:10 horas de la mañana muevo las manos de un lado al otro para que las persiga en la pared jiijii
Petons i més petons chíquilin grandote
Mireia
Al igual que Serrat (paisano de Mireia) es capaz de componer una belleza a partir de un desconchón en la pared, Neruda (Pablo, ¡qué casualidad) le escribió un poema a un mascarón de proa que, creo, a cualquier marino como tú le debe gustar:
ResponderEliminarEn las arenas de Magallanes te recogimos cansada,
navegante, inmóvil
bajo la tempestad que tantas veces tu pecho dulce y doble
desafió dividiendo en sus pezones...
..." Para mí tú belleza guarda todo el perfume,
todo el ácido errante, toda su noche oscura.
Y en tu empinado pecho de lámpara o diosa,
torre turgente, inmóvil amor, vive la vida..."
Esto es del Canto General.
Una forta abraçada del teu germá.
pues no, eso no es un 47, porque no son mis pies, sino los de un amigo muy especial... y recuerdame que nunca te chinche porque como me pegues una patada... jajajajajaja
ResponderEliminarBesos para todos de marino a contracorriente, estoy esperando la fotito de ayer...
Ya te la mandao` capullo.
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