lunes, 16 de febrero de 2009

Cuadrilla de golfos

He leído esto esta mañana... según parece lo ha escrito Arturo Pérez-Reverte hace poco en un diario. Me ha encantado, pese a que odio la política, y por eso lo comparto en el refugio.

Un saludo a todos.





Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros.

Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.

No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.

De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.

Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Ed ucación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos»
Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante.
Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio.

Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.

5 comentarios:

  1. ¡Verdades como puños!,... ¡Con dos cojones!,... ¡Viva Don Arturo y su pluma!.

    Expresiones educativas varias.

    ResponderEliminar
  2. Por cierto.... croe que tengo un regalito para ti....

    Te gusta Hugo Pratt, verdad..?¿?¿

    Hasta aqui puedo leer.

    Parece uqe vuelve la calma... a ver si me paso por tu casa a leer un poco..

    Abrazos invernales

    ResponderEliminar
  3. No seré yo quien defienda a la clase política.
    Ni mucho menos la que enarbole la bandera del orgullo patrio, no por dios.
    Tampoco quien haga una cartografía del grado de descomposición por países (me pregunto cual de ellos tendría su indulto)
    Ni siquiera dudaré de la bondad del sistema educativo que sufrí… Supongo que “La Celestina” a los 15 años, final e increiblemente dio sus frutos.
    Me atrevo solo a insinuar que tal vez la cultura en Andalucía no roce el subdesarrollo.
    Claro que para quien ha crecido en una familia de marinos de Cartagena y ha tenido la oportunidad de leer la totalidad de los clásicos en la biblioteca del abuelo, tal vez nuestro nivel sea bajito, sí.
    Se nota que ha sido usted educado en las mejores escuelas… esa facilidad para el insulto solo es comparable a la del capitán Haddock, con la diferencia de que él provoca una sonrisa y usted una maraña de pelos en la boca del estómago.
    Estaría bien que diera una clase de autocrítica a nuestros políticos, señor Reverte… si es que puede.

    ResponderEliminar
  4. Tema pedagogía...solo diré dos detalles que para mi son importantes:

    1. No leerse los clásicos no significa que nuestro país vaya a peor en enseñanza...hace años que lo va...al crear sujetos que no puedan decidir pos si solos. Aprender, tiene sus partes básicas...leer, escribir, contar...pero aun más importante...a veces nos olvidamos que no es leerse la Celestina...la cuál cosa yo he hecho...sino tener poder para decidir dentro de elos mismos...es difícil estando el sistema como está...pero tener robots programados como tenemos por niños...eso me da miedo...que acaban la universidad...y saben de todo si les dictas como hacerlo...pero solitos no saben coger un libro si noe s que se los han mandado como deberes por si les muerde. Menos ordenar que hacer y más libertad...que la inteligencia se basa en aprovecharse a uno mismo...tener recursos importante! ...pero más importante saber utilizarlos...si son bobos y esperan ordenes de la profe...si para dar dos pasos tiene que esperar a ver que les explica la profe...son robots no personas!

    2. De imbeciles hay pocos...pasar hambre agudiza el ingenio seguro...otra cosa es el analfabetismo...y a mi el analfabetismo no me crea peligro...al revés...me da miedo una sarta más de conformistas...que lloran porque no tienen las últimas tecnologias o pueden ser engatusados por cualquier ideologia sin sentido.

    Muaks besoooos vayas temas me sacas macho! ajjajaj

    Martes

    ResponderEliminar
  5. conformistas...que lloran porque no tienen las últimas tecnologias o pueden ser engatusados por cualquier ideologia


    ...ese es el enalfebetismo de la época en que vivimos...
    Que dios nos dé salud y un refugio en medio del campo donde habitar...

    Besos de tornillo en la frente.

    Pablo

    ResponderEliminar